Zion de noche; Ingram de día


(11 / abr / 2023) - La temporada de New Orleans Pelicans ha sido buena -resumen general-. Se trata de una franquicia que está en su propio 'modo reconstrucción' y que, encima, debe lidiar con un número uno del draft cojo. Algo que siempre es complicado. Por eso, en su conjunto, y a la espera del momento clave a final de temporada, el resultado estaría casi en el notable.

Haber estado como líder de la Conferencia Oeste en el mes de diciembre es el reflejo de una realidad: hay dos equipos, uno con Zion Williamson, y otro cuando está lesionado. No obstante, hay prepararse desde la gerencia para lo segundo. Lo cual será un nuevo frenazo al proyecto

Pero vamos por partes. Analicemos cómo ha sido la marcha del equipo esta temporada catalogando a los jugadores en tres bloques según su rendimiento. Fuera se queda Zion. Con 29 partidos a sus espaldas, y pese a que ha sido una locura cuando ha estado en cancha, es injusto valorar su rendimiento con poco más de un tercio de los partidos.

BLOQUE 1 (GRAN NIVEL)

Dentro de las alegrías para la franquicia se encuentra Trey Murphy III. Después de una temporada rookie discreta, su segundo año ha sido una explosión anotadora y, sobre todo, la sensación de que lo mejor está por venir.

También se debe destacar la temporada de Brandon Ingram. Pese a jugar solo 45 partidos, y no haber empezado del todo bien debido a las lesiones; su recta final ha sido espectacular. Se ha aupado como líder del equipo, y demuestra que será así para los próximos años.

Por último, en esta lista de menciones especiales, debe salir el nombre de Larry Nance Jr. Un jugador salido desde el banquillo, pero que aporta el espíritu necesario a un equipo que, precisamente, llevaba muchas temporadas sin ese alma guerrera.

BLOQUE 2 (LO QUE TENÍAN QUE HACER)

Que el grueso de los jugadores esté en este nivel refleja, básicamente, lo que ha sido la temporada para New Orleans Pelicans -sobre todo, en la recta final-. Los grandes estandartes son CJ McCollum y Jonas Valanciunas. Con 31 y 30 años, respectivamente, han hecho lo que debían hacer. Han mantenido sus % de tiro, su rendimiento; y cuando el equipo les ha necesitado, han estado. Pero, precisamente, en el inicio de su cuenta atrás, no haber tenido momentos estelares en determinados partidos es lo que ha condenado al equipo al play-in.

El que ha llegado a un punto de «adelante o atrás» es Herb Jones. Empezó condicionado por una lesión, y condicionado se ha quedado hasta el último mes de competición. Sorprendió por su defensa e intensidad en el año rookie, y ahí se ha quedado. Habrá que esperara a ver su segundo nivel.

Para cerrar este bloque, Naji Marshall y Jose Alvarado representan la montaña rusa que ha sido la temporada para Pelicans. Cuando el equipo iba con el viento a favor, estos jugadores eran la inspiración de la camorra y la guerrilla urbana. Una vez que todo se vino abajo, y se sumo la lesión del boricua, quedaron en nada.

BLOQUE 3 (LO QUE HAY)

 Aunque tenía que haber estado arriba, el rookie Dyson Daniels, al haber jugado 59 partidos, se queda en una posición extraña. Se le intuye un enorme potencial. Por su actitud y determinación con apenas 20 años. Pero es eso, una incógnita.

Y luego tenemos a Willy Hernangómez. Desde España se ha alimentado una polémica que nunca existió. Cuando el equipo estuvo bien, y con Zion en pista, no tenía hueco. Y cuando vinieron mal dadas, y pese al maquillaje de sus números, lo cierto es que le faltan uno o dos grados más de intensidad para ser determinante. Después, el patriotero debate se puede alargar lo que se quiera, pero la realidad es esa.

Para Kira Lewis Jr. y Jaxson Hayes ha llegado la hora de decir adiós. El base, en la G-League gran parte del año, no ha aportado nada; y el pivot, al que se le intuye algo especial, al final tampoco ha podido demostrar nada. Y algo me dice, sobre todo, del segundo, que su historia con Pelicans ha llegado hasta aquí.

CONCLUSIÓN

Ha habido dos temporadas. Una irreal, de no creerse lo que pasaba. La del mate de Zion a los Suns con CP3 rabiando. La de líderes de Conferencia Oeste. Un equipo que ganaba más que nunca, y eso que Ingram andaba lesionado durante el frío invierno.

Pero luego llegó la lesión de Zion. El apagón de sensaciones. La lesión de Alvarado; el momento derrota. Y eso condenó al equipo al play-in y, lo que es peor, a transmitir la sensación de que al final nada merecía la pena. Ahora vienen dos partidos (1+1) para estar en playoffs. Ese sería la consecución del objetivo. Todo lo demás... interpretaciones varias.

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