(6 / jul / 2019) - Si haces unos meses, tras la derrota en Turquía frente a Anadolu Efes, me hubieran preguntado qué cuatro fichajes querría para el Barça -teniendo en cuenta disponibilidades y contratos-, seguramente hubiera escogido a los de arriba.
A falta de que Alex Abrines firme de manera oficial, esta semana ha sido apoteósica. Llegan Cory Higgins, Brandon Davies, Niko Mirotic y se cierra la renovación de Thomas Heurtel. El equipo no necesita más. Esto es lo que hay, al margen de las salidas (¿Kevin Pangos?) que se produzcan.
¿Son los mejores jugadores del mercado? Pues mire usted, lo mismo no, pero es lo que necesitaba el Barça. El último en llegar, Mirotic, lo hace con un arma de doble filo. De entrada ha puesto muy tensos a todo el madridismo, y eso alegra. De ahí que la presión sea mucho mayor si no se quiere acabar siendo blanco de la diana como le sucede a Ante Tomic.
De hecho, el fichaje de Mirotic genera más ruido que juego. Es decir, se trata de una estrella en Europa, y un jugador que en la NBA ha estado muy codiciado. Bien es cierto que tanto en Pelicans como Bucks ha terminado siendo un "roll player", pero su talento es innegable.
LA VERDADERA MUNICIÓN
Aunque las fotos que han dejado una sensación de tranquilidad han sido las de Higgins y Davies. Dos top de la EuroLeague que, además, han tenido roles definidos. Algo que me parece fundamental.
Y es que Higgins en CSKA no era la estrella, nunca lo fue. Pero con el paso de los años se ha convertido en un arma letal en los momentos más calientes. Y eso es lo que necesita el Barça. Incluso, no sería raro que su punto de partida fuera el banquillo. Algo similar pasa con Davies, que ha brillado en Lituania sin la necesidad de ser el centro de atención.
Ahora habrá que ver cómo se cierra la plantilla. Aunque en realidad con estas incorporaciones está todo atado. Dentro y fuera; en la rotación y para cubrir de sobra Liga Endesa con EuroLeague (lo único importante). Este año, sí que sí.
Comentarios
Publicar un comentario