¿Y ahora qué hacemos con Pelicans?


(10 / feb / 2019) - Desde que saltó la bomba sobre la marcha de Anthony Davis, o incluso antes, porque esta temporada sí parecía la definitiva, tengo un continuo runrún sobre mi situación como hincha de New Orleans Pelicans.

Nunca antes había seguido a un equipo de manera formal. Y desde hace casi cinco año decidí que esa franquicia sería New Orleans. Por lo general no ha ido nada bien. Un par de presencias en play offs, y lo demás puro sufrimiento. Primero porque siempre ha estado el fantasma sobre la marcha de Davis, que ahora se confirma; y segundo, porque las lesiones en este equipo han sido un problema hasta el aburrimiento.

Davis ha realizado hasta cuatro temporadas con menos de 70 partidos jugados; mientras que Jrue Holiday, la otra estrella del equipo, ha tenido dos con menos de 40 (una por los problemas personales de la mujer), y otras dos con menos de 70. Si a eso sumamos la trágica lesión de DeMarcus Cousins la temporada pasada, más los años duros de lesiones con Ryan Anderson, Eric Gordon y Tyreke Evans, cuando eran jugadores fundamentales, tenemos una lástima de franquicia.

Por todo ello, no paro de dar vueltas a la cabeza. Creo que la NBA se sigue mejor cuando ves a un equipo de forma habitual, te informas sobre sus rumores, chascarrillos y, claro está, te enfadas o alegras con sus éxitos o fracasos.

Y nada de eso sucede ahora mismo con New Orleans. Esta noche Anthony Davis se ha jugado 8 posesiones en 34 minutos de juego. Simplemente ya no está en el equipo. Así, todo lo demás queda en una nebulosa complicada.

HORA DE TOMAR UNA DECISIÓN

Siempre he admirado a los aficionados de franquicias como Sacramento, Suns o Hornets. Equipos sin pena ni gloria desde hace años que deambulan por la liga con años decentes en los que aspiran a entrar en play offs, o ni eso.

Este año se ha acabado. En verano Davis se irá, y el miedo ahora mismo es que el traspaso se gestione de manera pésima y toquen años de vagar por el desierto de los puestos bajos del Oeste. Sin aspirar a nada, ni siquiera a ilusionarme con poder quedar 7º o 8º de conferencia.

Y me sabe mal. Me siento, claramente, como alguien que engaña al amor de su vida, aunque en realidad le haya conocido hace dos tardes. He estado con Pelicans a las maduras y, sobre todo, a las muy duras. El problema es el vacío que puede quedar tras Davis.

Supongo que, como si un jugador fuera, tendré que valorar todas las opciones. A fin de cuentas, quien se gasta 100€ al año en el NBA League Pass soy yo. Tendré que decidir en quién invierto mi tiempo. Por el momento seremos fieles a Pelicans, al menos hasta ver en verano cómo acaba todo.

Por | @RaulMasaBasket


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