La inflexión Pelicans


(29 / oct / 2017) - Toda victoria ayuda; y si es contra LeBron, más todavía. Pero confío en el simbolismo del partido ganado contra Cavaliers por una razón. En el tercer cuarto, después de unos dos primeros muy buenos, Pelicans bajó el nivel. Eso hizo que los Cavs se pusieran arriba a mediados del tercer cuarto. Otra derrota para la buchaca.

Pero entonces ha pasado lo que se espera que pase en este equipo, o lo que al menos esperamos sus seguidores. Y es que Holiday, Davis y Cousins se pongan a remar juntos y den la vuelta al partido. Así ha sido.

Por ese orden, el primero en aparecer -y era necesario- ha sido Jrue Holiday. Los primeros cuatro partidos parecía uno más. Un jugador como D. Cunningham o E. Moore que están para rellenar el quinteto inicial. Ni rastro del jugador de los 125 millones por 5 años. Pero por fin ha sido el base que necesita Pelicans. Dominando el juego y el equipo, asociándose en continuos 2x2 con Cousins, y teniendo decisión (y acierto) en el tiro.

Luego está Davis. Flipante. Porque a pesar promediar 25,4 puntos y 13,0 rebotes, la estrella del equipo no está físicamente bien. Se nota. Han sido tres 'alley oop' durante el partido los que no ha finalizado. Creo que se juntan dos cosas. Por un lado que estamos a principio de temporada; y por otro, que debe acostumbrase a mover muchos más kilos de músculo, y eso influye para correr y saltar. Lo bueno es que de tres está tirando con un 46% de acierto, y eso se agradece.

Por último está el "perro grande". Cousins se ha erigido como líder del equipo. Y Davis lo encaja a la perfección. Sabe que 'Boogie' es así. Fanfarrón, agita toallas y protestón. No pasa nada, todos los focos para él. Lo importante es que no deje de aportar. Sus 32,3 puntos por partido, con curiosas buenas selecciones de tiro, de momento le otorgan un voto de confianza a su actitud, a veces complicada.

LOS "VIEJOS" NECESARIOS

Tienen 35, 35 y 31 años respectivamente. Jameer Nelson, Tony Allen y Josh Smith son los veteranos necesarios de este equipo. Quizá su impacto en el juego sea reducido, a excepción de Nelson que, ahora mismo, es el base suplente. Los otros dos vienen con el papel de gritar desde el banquillo y poner un rostro reconocido en la cancha de vez en cuando.


No es ninguna tontería. Pelicans necesitaba esto. Jugadores que hayan hecho temporadas por encima de los 30 minutos. Y que lleven muchos años en la NBA. A veces el respeto de los árbitros y los rivales se gana con este tipo de jugadores. Además, para meter puntos ya están los demás.

LOS "MALOS" NECESARIOS

E'Twaun Moore y Dante Cunningham serían reservas en algunos equipos de EuroLeague. En Pelicans son titulares y juegan 30 minutos por partido. Moore aporta 12,5 puntos por partido; Cunningham aporta algo de vez en cuando, pero no se sabe muy bien qué.

En todo caso, son necesarios para el engranaje del equipo. Y, además, cuando saben activarse son jugadores muy válidos. El problema es ese, que necesitan de un cortocircuito para que todo fluya, la mala leche aumente y su aportación sea algo mayor que la de bajar y subir mirando a Cousins.

LO QUE SE PUEDE ESPERAR

El equipo sale del primer medio mes de competición con balance positivo o negativo por un partido. Falta un juego contra Orlando. Y eso era lo que se podía esperar. Sobre todo después de haberse medido contra Warriors, Cavaliers y los líderes del Oeste (Memphis). Por lo tanto, un resultado satisfactorio.

Después llegan Wolves, Dallas, Chicago e Indiana. Hay que ir partido a partido. De ese inicio de mes la única derrota lógica sería contra el equipo de Butler, Wiggins y compañía. Aunque también supone el termómetro perfecto para calibrar el verdadero estado de ánimo de Pelicans y su capacidad de responder ante un rival con el que, seguramente, se jugará la 7º y 8º plaza del Oeste.

La victoria frente a LeBron debe marcar un antes y un después. Si es solo una victoria más, solo habrá sido eso.

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