Diario de una Final (#Game3)


11/ jun / 2014 

La vida, en ocasiones, ofrece paralelismos bastante curiosos. La última foto de las finales de la NBA tenía como protagonistas a LeBron James y Kawhi Leonard. Pues bien, en el tercer partidos las mismas caras vuelven a verse pero en esta ocasión es el jugador del San Antonio el que adquiere todo el protagonismo. (29 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 2 robos) que le hacen entrar en la historia por ser uno de los jóvenes con mayor anotación. 

Aunque una vez más, al margen de ciertos números, que al final solo valen si sube una victoria al casillero, la realidad es que Leonard salió desenfrenado en el primer cuarto, al igual que los Spurs al completo. Récord de anotación y porcentaje, y varias cosas más al descanso, y partido sin historia.

Bien es cierto que Miami es Miami, LeBron el rey, y además son los actuales campeones. Es decir, llegaron a estar a 10 puntos, y tenían visos de situarse a menos, pero tras el descanso (50-71), mucho milagro debía darse para que ganaran los Heat. Además, al actual campeón se le están viendo demasiadas costuras, sobre todo en torno a la figura de Wade, así como la de los dos bases, tanto Mario Chalmers como Norris Cole. En estos momentos ninguno es válido para estas alturas de campeonato. 

Asimismo, el efecto “pájaro” Andersen que el año pasado dio tan buenos resultados, en estas finales no es capaz de volar. De esta manera, todo queda en las manos de LeBron. Lo que sucede es que enfrente hay un equipo con una rotación de unos 8 jugadores que son todos casi igual de importantes (y buenos). Sin Bosh o Ray Allen, asumiendo que Wade no da para más, Miami Heat tiene un pequeño problema que solo puede ser resuelto con varias gestas de James. 

Sobre el partido, muy poco que añadir. Un ciclón anotador en los dos primeros cuartos, con la conjunción de todos los jugadores, y después a agachar el culo, defender, y seguir con la concentración. Fin del partido. En Miami solo Rashard Lewis dio un poco la cara, y esta vez Bosh ni compareció. Wade pese a sus 22 puntos da la sensación de que no está fino, y esto no es una contradicción si uno ve cómo fueron sus tiros, hay poco más que contar. 

De esta forma todo ha cambiado. Los que apostaban por Miami sabían que esto tenía que ser una victoria. Ahora están obligados a tener que ganar de nuevo en el “at&t Center”, más sus dos compromisos locales. Sinceramente pensé que con su victoria en el segundo partido las cosas las tenían de cara, pero ahora nuevamente, y tras ver cómo se ha repuesto SAS, mucha magia de forma continuada va tener que hacer LeBron James para levantar esto. Todo es posible, pero San Antonio tiene ahora un par de balas en la recámara, y con ganar lo que tiene en Texas le da para sumar otro anillo. 

Por: Raúl Masa (@masabasket9)

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