El enigma Mirotic y lo que nadie se explica

20 / jun / 2014

Apenas pasados 10 minutos desde que el Real Madrid había caído en casa frente al FCBarcelona en el primer partido de la final de los PlayOffs de la Liga Endesa, recibo un mensaje al móvil altamente misterioso: “¿Dónde está el supuestamente mejor jugador de Europa que quiere ir a la Selección?”. Como soy un confeso seguidor de Niko Mirotic, y su actuación en este primer envite ha sido bastante gris, doy por hecho que se refiere a él. 

Mi respuesta, muy simple: “14 minutos”. Hasta aquí lo ocurrido en la enésima edición de “Los misterios de Mirotic”, que bien podría ser un libro realizado en entregas donde se cuenta cómo el mejor jugador joven de los dos últimos años, pretendido por la NBA, y con el cartel de heredero (Petrovic en FIBA y Nowitkzi en EEUU), ha pasado de ser líder, o al menos parte fundamental de un equipo, a un jugador más de la rotación al que apenas le llegan balones.

Hablo con madridistas, piperos y no piperos, y los argumentos son muy variados. Unos echan la culpa al jugador, a que realmente era más humo que realidad, a su fragilidad mental, y a que fue el Real Madrid quien le hizo grande con su juego. Los otros, a los que compro la teoría, apuntan directamente a Pablo Laso, su forma de jugar y el favoritismo que entrega a ciertos jugadores, entre ellos Sergio Rodríguez. 

Ambos argumentos se autorrebaten entre ellos con la teoría gallinista. Es decir, qué fue antes, el huevo o la gallina. Bajó Mirotic su nivel y por eso perdió su rol, o fueron las decisiones de Laso y algunos compañeros las que llevaron al ala-pivot al ostracismo de los tiros esquineros y poco más. Cuesta mucho imaginar que un jugador como Mirotic, que durante buena parte de la temporada pasada dominó partidos con extrema facilidad, haya perdido toda su magia, que ahora mismo no sea capaz de estar a nivel aceptable frente al veterano Nachbar, o que en ataque no aparezca por ningún lado. 

La realidad, viéndolo como mero espectador de los partidos del Madrid, es que llegan menos bolas a sus manos que el año pasado, y eso que ya llegaban pocas. Los sistemas de Laso rara vez tienen como ejecutor a Mirotic, y Sergio Rodríguez suele tener mayor conexión con Felipe Reyes cuando no es él mismo quien concluye las acciones. Luego no son fantasmas los que hacen pensar que la pelota no llega al jugador de origen montenegrino (que este año solo promedia 7 tiros de campo por partido, 2 menos que la temporada anterior), es una realidad que si bien se ve amortiguada en gran parte por sus buenos porcentajes de tiro, que le hacen sumar valoración con facilidad, la cuestión fundamental es que ha perdido mucho peso en el equipo.

Sergio Llull (10), Rudy (9), Sergio Rodríguez (9) y Felipe Reyes (7). Ese es el número de tiros de campo por partido, ¿cómo es posible que Mirotic esté en lo números del capitán, y no en el de las “estrellas” del Madrid? Cierto que influyen los rebotes en ataque en lo que respecta a Felipe, pero que haya tres jugadores por encima de forma tan clara y sistemática evidencia que el ala-pivot no tiene peso en el equipo. 

Estos son los datos bañados con mis sensaciones, ahora cada uno puede extraer sus conclusiones y pensar si todo esto es culpa de Mirotic, o realmente en Madrid hace tiempo que no se cuenta con él y se le está poniendo un puente de plata para su salida y así poder pescar algo de dinero. 

Por: Raúl Masa (@RaulMasaBasket)