En el Draft de la NBA, ¿mejor bajos o altos?

25 / jun / 2014

Ha llegado la hora del Draft en la NBA, ese momento en el que la ilusión se dispara por todo lo alto con el sueño de conseguir al que puede ser la próxima estrella de la liga. Además, este año todo cobra un mayor aliciente tras el anuncio de LeBron James de que será Agente Libre. Así pues, si el año pasado analizaba el impacto real de los jugadores que son elegidos en el “Top 10”, este año quiero centrarme en las características del jugador. 

¿Son mejores los jugadores pequeños o altos?, ¿por lo general rinde mejor en la NBA un base que un pívot en la elección del Draft? Para poder dar una respuesta a estas cuestiones con el mínimo de objetividad posible, he intentado desarrollar gráficamente lo que supone elegir a cierto tipo de jugador y cuál termina siendo su desarrollo.

Para ello, antes de nada, he llevado a cabo tres clasificaciones: Base, Alero y Pívot. Bien es cierto que muchos jugadores se encuentran a caballo entre distintas posiciones, pero bueno, no deja de ser una aproximación por altura y rol dentro del equipo. Al final, para poder extraer las conclusiones todo se hace más sencillo. 

Otro aspecto en el que entiendo que no todo el mundo debe coincidir es el de su rendimiento. He señalado con verde (evolución All-Star), naranja (normal) y rojo (no ha llegado a donde se esperaba) los drafteados en los últimos 10 años. Todo esto siempre enmarcado en que son los “Top 3”, y que por lo tanto deberían ser los “mejores” de cada promoción. También señalar que el de la campaña anterior lo he dejado porque todavía es muy pronto para sacar conclusiones, dado que un buen año de rookie no te garantiza que más adelante puedas seguir al mismo nivel. 

Con todo ello el resultado es el siguiente:

De los 30 jugadores elegidos en los tres primeros puestos la mayoría han sido pivots. Como se puede ver, y aunque sea por puro porcentaje, también ha sido la posición en que más jugadores han salido “rana”. Por el contrario, en la de base, parece que no hay margen de error, incluso he añadido a esa lista a Ben Gordon de manera muy injusta, ya que en Chicago tuvo muy buenos años. Mientras, en el puesto de alero, parece que sí es una verdadera lotería. 

Así pues, y aunque el análisis pueda pecar de subjetivo, a la hora de elegir jugador en el Draft de la NBA todo hace indicar que los “pequeños” llegan más preparados y sus carreras terminan siendo más exitosas. Por el contrario, cuando se selecciona a un pívot hay un gran número de decepciones. Está claro que el centímetro de altura se cotiza muy caro en EEUU, y por eso hay que pescar el talento joven, pero muchas veces parece demasiado arriesgado. 

Como dato curioso, solo un alero puro, en el año 2003 LeBron James, ha sido elegido en el número uno en los últimos 10 años. Esto hace indicar que se trata de uno de los puestos más conflictivos en el Draft, y sus motivos habrá. Ahora que cada uno saque sus conclusiones y opine… 

Por: Raúl Masa (@RaulMasaBasket)