Ricky Rubio y su inquietante mano de madera


4 / nov / 2013

Vaya por adelantado que me permito criticar a Ricky Rubio porque en más de una ocasión le he defendido a muerte y creo que será el mejor base de la historia del baloncesto español, y asimismo, estará en la élite de la NBA hasta que su carrera ponga punto y final. Ahora bien, las cosas como son, y todo en su justa medida. Pese a que tiene 23 años y todavía margen de mejora, Ricky Rubio muestra síntomas peligrosos con su capacidad de tiro

En el último partido frente a New York Knicks, el ex jugador del FCBarcelona ha hecho 3/11 en tiros de campo (0/3 desde el triple), lo que sumado al partido inaugural frente a Orlando, donde hizo 5/15, muestran que Ricky Rubio sigue sin dar buena cuenta de esa mejora en el tiro de campo que lleva anunciando ya desde hace algún tiempo. Bien es cierto que no se puede juzgar por un par de partidos, sobre todo cuando la temporada no ha hecho nada más que empezar, pero es que el problema viene de lejos. 

Tomando como referencia el último mes de competición (abril) de la temporada pasada donde Ricky estuvo con Minnesota, la situación simplemente es dramática: 2/11, 1/13, 0/10, 2/9... y más o menos en esa línea para firmar un 30% de acierto en tiros de campo. Las excusas pueden ser múltiples y variadas. Desde que salía de su lesión de rodilla, las defensas de la NBA que son más agresivas, etc, la cuestión es que no hay mejora visible y el tiempo sigue pasando. 

De momento esa mano de madera que parece poseer Ricky Rubio queda cubierta por varios aspectos. El primero de ellos es que, al menos, desde la línea de tiro libre se está mostrando solvente: 8/8 en lo que va de temporada. Además, es el líder del equipo en asistencias y robos, siendo uno de los más destacados de la NBA en el primer apartado, tan solo superado por un elemento de la talla de Chris Paul (12 asistencia por partido). 

Ante esta situación cabe preguntarse si Ricky Rubio tiene margen de mejora, o ha llegado a su límite de juego y simplemente aspira a ser un gran pasador que es capaz de dominar el juego y leer perfectamente los partidos, pero sin sumar en ataque. Y ojo, que eso ya es bastante, muchos ya quisieran tener esa capacidad de ver el juego donde solo lo puede ver el catalán, pero aquí estamos hablando de esa pequeña diferencia entre ser un especialista, como lo ha podido ser a lo largo de su carrera el base Andre Miller, o dar un paso más en la evolución y poder estar a la altura de Steve Nash. Tiene 23 años y el desarrollo puede estar por llegar, pero la NBA no espera a nadie, y Ricky Rubio lo sabe. 

Por: Raúl Masa (@masabasket9)

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