8 / jul / 2013
Los movimientos de verano de la NBA siguen su habitual curso. Rumores, pocas certezas y algún que otro movimiento que despierta del duro letargo veraniego hasta que empieza la competición. De momento, la verdad, está siendo entretenido. Bastantes franquicias se han movido, y con mayor o menor actividad en el mercado, todos ya preparan de manera decidida la próxima campaña.
Los movimientos de verano de la NBA siguen su habitual curso. Rumores, pocas certezas y algún que otro movimiento que despierta del duro letargo veraniego hasta que empieza la competición. De momento, la verdad, está siendo entretenido. Bastantes franquicias se han movido, y con mayor o menor actividad en el mercado, todos ya preparan de manera decidida la próxima campaña.
Ahora bien, ¿alguno de los movimiento que ha habido puede suponer un cambio real en la liga?, ¿verdaderamente el movimiento de Howard crea un cambio de tendencia?, sin contar con los rumores, ¿realmente los Nets son una alternativa?
Quizás, efectivamente, los movimientos de Houston y Brooklyn han sido muy significativos, rozando el circo el asunto de Howard, y altamente mediáticos, ¿pero su potencialidad real de cara al próximo curso es de verdad tan directo?
Empezando por el que, pese a no ser tan mediático, ha sido el verdadero gran movimiento, el de Nets, hay un dato que debe ser puesto sobre la mesa de manera influyente: la edad media de ese “Fab Five” es de 31,5 años. Si alguien cree que el rendimiento de Kevin Garnett o Paul Pierce puede ser similar al de hace 3 o 4 años, es que todavía cree en unicornios.
Por otro lado, los Rockets, con la contratación de Dwight Howard no han dado un salto de calidad más allá de lo que tenían. Es decir, no es lo mismo el ex Lakers que el turco Omer Asik, pero realmente no provoca un cambio de tendencia al juego que ya han desarrollado con Jeremy Lin y James Harden.
Por su parte, dos de los equipos que mejor sabor de boca han dejado este año en playoffs, Warriors y Pacers, tampoco parece que sus cambios produzcan nada para sus equipos. Para los primeros, la llegada de Andre Iguodala es un importante salto de calidad, pero con la pérdida de Landry y Jarrete Jack, parece que se pierde esa magia que les hizo soñar al final de la temporada regular. Mientas, en Indiana pasa exactamente lo mismo, la llegada de Copeland y CJ Watson apenas mejora lo que ya hay.
En cuanto a los vigentes finalistas de ambas conferencias, Miami y San Antonio de momento no mueven ficha. Tan solo los segundos han incorporada al italiano Marco Belinelli, pero que no aporta más de lo que podía hacer Gary Neal. En cuanto a Thunder y Memphis, también hay de momento un trabajo lento sin alardes que no sabemos dónde conducirá.
Todo lo demás son pequeños movimientos que apuntalan plantillas pero que no cambian nada. Y en cuanto a las elecciones del Draft, tampoco hay ningún jugador que pueda producir un impacto en la NBA, al menos de forma inmediata, por lo que tampoco serán decisivos.
Así pues, y pese al humo que lógicamente se tiene que vender en blogs y medios, la NBA no se ha movido como para cambiar el curso de la liga, y ahora mismo parece que serían las mismas 8 franquicias de cada Conferencia las que jugarían playoffs. Habrá que ver qué deparan las próximas semanas, aunque parece que ya todo este casi vendido.
Por: Raúl Masa (@masabasket)
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