Faltan 134 días…


21/ jun / 2012

Ya acabó todo. Lo hizo de una manera apoteósica, como solo las cosas que entran en el imaginario colectivo lo hacen. Con un Rey gobernando de forma tiránica sobre todos, un eterno señor que no quiere perder su trono y sigue alargando su leyenda, viejos y sucios ladrones que se convierten en nobles por una noche, cortesanos “boludos” que apagan su llama en el fragor de la batalla, y una bella señora de color dorado que busca pretendiente. 

Hacer un resumen de lo que han sido las finales de la NBA, o los playoffs, podría llevarme, por lo menos, una docena de entradas, y como este Blog no lo lee tanta gente, el esfuerzo hay que dosificarlo. 

La primera vez que conscientemente me levanté de la cama para ver unas finales de la NBA fue en el año 2000. Por entonces tenía 16 años, estaba en 4º de la ESO, y como por el día apetece muy poco estudiar, nada mejor que el silencio de la noche para “estudiar” y ver la NBA. Austin Croshere, Jalen Rose, Glen Rice, Robert Horry… Una final fácil para Lakers, pero un virus inoculado y que no he podido volver a sacar: la NBA. 

Desde entonces, con mayor o menor asiduidad he seguido la NBA. Aunque lo cierto es que no ha sido hasta este año cuando me he sentado en el sofá, he abierto los ojos al máximo, y he disfrutado de cada minuto y cada segundo. Quizás hay una cuestión que influye mucho en todo eso: las redes sociales. Hace 13 años ver un partido te arropaba en un halo de soledad del que tan solo te sacaba Andrés Montes. Ahora, y gracias también a herramientas como Whatsapp, ver los partidos tiene un matiz especial, algo diferente, y eso lo hace todo más gratificante. 

También el hecho de haber tenido el Blog, participar en otros, y sobre todo dar mucha cera y comentario en Twitter, te hace estar más cerca de la realidad. Además, tengo la enorme suerte de que a mi hermano (@eduardomasa) también le gusta ver saltar a los yankees, con el suplemento de que conoce mucho mejor que yo la liga y siempre te aporta datos y detalles que son muy enriquecedores. 

Acabó la NBA por este año, y aunque ahora llega el Draft, los rumores y fichajes, es una época del año que no me gusta. Lo que de verdad me saca la sonrisa es verlos jugar, exprimir sus cuerpos al límite, pensar que nada es imposible. 

No quiero terminar sin saludar efusívamente a los que durante unas semanas han sido la fiel compañía cada noche. Mi hermano (@eduardomasa), por supuesto, y (@ElShak7), (@karnag20), (@_diegoCasillas), (@crazydominican_) y los viejos Camacho, Peralbo y Alejandro. 

Ha sido un placer poder compartir ratos virtuales y reales en esas canchas de la muerte, y nos vemos en octubre… 

Por: Raúl Masa (@masabasket9)

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