La hora de Xavi


1 / oct / 2012 - Raúl Masa

Dicen, los que saben algo de la vida, que la gracia de las cosas es que al final se acaban. Por fortuna, a la mayoría de las situaciones que nos enfrentamos a lo largo de los años son finitas, "no hay mal que mil años dure", y mil tópicos más pueden ser recurrentes para enfrentarse al final. 

Pues bien, a ese final es al que parece estar metiendo fichas el entrenador del Regal Barcelona, Xavi Pascual. La espectacular derrota del pasado fin de semana en la primera jornada de la Liga Endesa no es realmente el motivo ni la causa de nada, es solo una pieza más de un engranaje que puede estar acabado para mayo de 2013, dependiendo de cómo haya ido el año para el equipo blaugrana, aunque pase lo que pase, parece que Pascual está disfrutando de su último año en ese banquillo. 

Algunos creen que el final de Pascual debería haber ido parejo al de su homólogo en la sección de fútbol, Pep Guardiola. Títulos, buen juego, años de hegemonía... Ambos encontraron una forma de "ser los mejores", pero también a ambos se les acabó la magia, esa chispa que logra contagiar a la gente, pero que una vez desaparece, todo es turbio y sin color. 

Puede que el Barça vuelva a ganar la Liga Endesa, que incluso gane la Copa del Rey y de nuevo esté en la Final Four, pero por desgracia todo eso parece bastante improbable, y las muestras de ello son evidentes. Cansancio físico y mental de algunos jugadores que ya no rinden, hagan lo que hagan. Es el caso de Pete Mickeal, que lesiones a parte, ha dejado de ser el jugador dominante de hace dos o tres temporadas. A esta situación se suma el capitán blaugrana, Juan Carlos Navarro, al que se le espera con la incondicional ceguera de quien no quiere ver que sus mejores días de baloncesto han pasado. 

Pero es un suma y sigue. Teniendo en cuenta las trampas rejuvenecedoras que suponen Rabaseda, Abrines y Todorovic, la realidad es que la pareja de bases no está al nivel que se le presupone a un equipo que aspira a todo. Y en cuanto al juego interior... Erazem Lorbek, un hombre que quiso dejar el equipo, Ante Tomic, despechado, blando, y cuyo nivel es una incógnita, y por último, Nathan Jawai, del que se esperan buenas cosas, pero no demasiadas. 

En definitiva, parece que la hora de Xavi Pascual ha llegado. Haga lo que haga debe plantearse un futuro lejos de Barcelona. Es más, puede que ni él mismo sea el culpable de ese visible desgaste que se le ve al Barça, puede ser una víctima más de esa terrible máquina de quemar personas que supone el banquillo de un club grande.

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